Este año ha sido todo menos fácil. El enfrentar un divorcio y compartir mi experiencia con tanta gente no ha sido nada fácil. Muchas veces se habla del divorcio o de alguna perdida similar como un fracaso, pero yo no lo miro así. Para mi el fracaso es cuando te caes y te quedas en el suelo, pero asta hoy, yo siempre me he levantado. Una cosa que si he conocido muy de cerca, es el dolor. En medio del dolor he conocido la transformación y sobretodo, la providencia de Dios. El ser vulnerable puede hacernos mirar como seres débiles o frágiles, pero el ser vulnerables nos muestra lo mas profundo de nuestro ser. Esos sentimientos guardados y muchas veces olvidados o ignorados. Las pruebas nos llevan a lugares que antes no pensaríamos que llegaríamos y sorprendentemente nos damos cuenta que ese lugar es precisamente un lugar anhelado. De repente miramos nuestro presente y los pasos que estamos caminando, y descubrimos que todo era parte de un plan mas grande y mas hermoso de lo que jamas hubiesemos soñado. Es difícil construir sueños nuevos. Es difícil soltar y dejar ir a personas que nos hubiese gustado caminaran a nuestro lado en este recorrido de la vida. Pero como lo escribí en mi blog de año nuevo, solo las personas que Dios tiene destinadas a estar a nuestro lado estarán y el soltar es parte importante de hacer espacio para poder recibir. Hoy es un día de descanso, un día de restaurar el cuerpo de todo el esfuerzo que ha hecho durante el año, hoy es el día de soltar. Hoy comienza un nuevo capitulo.
