Hoy quiero compartir un poco sobre estos dos conceptos, la vergüenza y la culpa. Y si hablo de los dos al mismo tiempo, es porque comúnmente van ligados. Muchas veces sentimos culpa cuando tomamos algunas acciones que otros juzgan como mal, y al nosotros aceptar esa opinion de otros sobre nuestra persona, nos hace sentir vergüenza sobre quien somos. Y es muy importante despedazar esto muy menudamente y entender que en los dos casos le estamos dando a otros el control de poner valor sobre quienes somos. Si vamos a tomar una acción que sabemos que es buena para nuestra vida, no podemos esperar que todo mundo lo va a recibir bien, al contrario, es normal esperar ser juzgados.
Cuado trabaje de mesera en un restaurante, apenas tenia 16 o 17 años de edad. Recuerdo un cliente que siempre se sentaba en mi sección, usualmente venia acompañado de su esposa, el señor ya era grande de edad, tal vez entre los 60 y los 70 años, y siempre antes de darme la propina, me hacia la misma pregunta, cual es tu valor? yo le sonreía, agarraba mi propina, y seguía con mi día. Aunque parecía que nunca le di importancia, esa es una de las experiencias que recuerdo con mas claridad de mi tiempo en ese restaurante. Aun recuerdo la reacción de su esposa cada vez, pidiéndole que no me molestara. Tal vez en ese tiempo no tenia la respuesta para su pregunta, pero si lo tuviera enfrente, hoy se la daría con mucho gusto, mi valor es la sangre que Cristo derramo por mi. Si, de el es todo, incluyéndome a mi misma. Solo el me puede juzgar, mi valor esta en el. Mi felicidad ya no depende de el valor que me pongan otros pero con mucho gusto les agarro sus propinas!
Aquí les comparto fotos de los detalles del tercer cumpleaños de nuestra princesita Valentina! Cuando pensé en su nombre, siempre se lo dije, desde que estaba en mi vientre- eres valiente, la mas valiente de todas, y si que lo es. Tiene un espíritu de fuerza y gozo, vive muy intensamente, aprendo de ella todos los días.










Marcos 9:43